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Alimentación

Cómo conservar las comidas de un batch cooking

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Hoy os voy a explicar cómo conservar los alimentos después de hacer un batch cooking. En el artículo de hoy os voy a explicar de manera un poco general cómo podemos conservar los alimentos cuando hacemos batch cooking, es decir, cuando cocinamos una o dos veces a la semana. Ya sabéis que digo «o dos», porque cocinar una vez exclusivamente, es decir, imaginaros el domingo, para que nos dure toda la semana hasta el siguiente domingo, es un tiempo excesivo para conservar la mayoría de las comidas que preparamos. Y lo vais a entender perfectamente, y por eso quiero hacer este vídeo en el que os voy a explicar cómo conservar y el tiempo que nos duran la mayoría de las comidas que podemos dejar preparadas, que por supuesto, dependerá de cómo las vayamos a conservar. Sí, es verdad que podemos alargar la vida útil de algunas comidas, pero no de todas; con lo cual, tenemos que tener siempre precaución, porque algo que no nos gusta a nadie es «pegarse la paliza», entre comillas, es decir, estar varias horas cocinando un día a la semana para que tengamos la comida preparada para la mayoría de los días, de las laborables sobre todo. Bueno, pues en ese caso no nos gustaría nada que se nos estropee; que lleguemos a mitad de semana y digamos: «Ya, ¿la que como?, si encima tengo que tirar todo esto que ya he preparado». Y a veces, no el riesgo no es que tengamos que tirar la comida porque se haya estropeado, es decir, porque se haya fermentado, porque le haya salido moho, porque haya tenido, pues no sé, un sabor un poco ácido, le haya creado un sabor extraño, bueno, sino que muchas veces también corremos riesgos microbiológicos; es decir, que aquellas comidas que preparamos puedan servir de caldo de cultivo para el crecimiento de algún microorganismo. Por eso, es muy importante que tengamos en cuenta los tiempos o el plazo en el cual podemos conservar con seguridad esas comidas preparadas. Generalmente, los batch cooking se suelen componer de ciertas recetas básicas, como pueden ser las verduras al horno, algún guiso de legumbres, arroz, pasta, huevos cocidos, y alguna carne o pescado asado.

Conservación del pescado

El pescado suele ser menos habitual, porque evidentemente dura menos tiempo; pero los asados de carne también suelen formar parte habitual de las preparaciones de batch cooking. Entonces, ya tenemos todos nuestros ingredientes comprados; hemos cocinado este tipo de recetas, que más o menos os he indicado, y ahora vamos a ver qué hacemos con todo lo que hemos cocinado. Bueno, por lo primero que tenemos que saber, que es importantísimo, es que debemos enfriar las recetas lo más rápido posible. ¿Eso quiere decir que tenemos que meter la cazuela directamente en la nevera? No, porque entonces corremos el riesgo de que la temperatura de la nevera o del frigorífico suba en exceso, y se nos estropee también el resto de alimentos que tenemos guardados, como pueden ser verduras frescas, como lechuga, zanahoria, que podemos utilizar también para preparar esas recetas; o, otro tipo de alimentos, como yogures o huevos crudos, que debemos conservar en frío: con lo cual, nunca debemos introducir alimentos calientes en la nevera. ¿Esto qué quiere decir? Pues que esos alimentos que acabamos de cocinar, tenemos que tener la precaución, o saber cómo manejarlos, para que se enfríen lo más rápido posible. Si hacemos una olla a presión, por ejemplo, de lentejas o de garbanzos, para utilizar a lo largo de la semana, ese volumen es muy grande y va a tardar mucho en enfriarse. ¿Qué vamos a hacer, entonces? Repartirlo en recipientes más pequeños o utilizar una fuente que sea más baja y ancha. De esa manera, vamos a acelerar el enfriamiento. Lo ideal, lo que se hace a nivel industrial, es utilizar un aparato que enfría rápidamente: que se llama abatidor (que no lo tenemos en casa, y no lo vamos a comprar para casa), que enfría en media hora. Es decir, baja la temperatura, después de haber terminado de cocinar, a 4 grados, que es la temperatura óptima de refrigeración, entre 0 y 4, 0 y 5 grados. De esa manera, baja en menos de media hora la temperatura, para poder refrigerar o incluso congelar las comidas que hemos preparado.

Nosotros, en casa, debemos darnos un plazo máximo de dos horas, pues las temperaturas que más les gustan a los microorganismos para crecer en el caso de que estuvieran en la comida, no siempre tienen que estar, pero nosotros debemos trabajar en la cocina como si estuvieran; es decir, para evitar esos riesgos o posibles riesgos. Por ello, máximo dos horas para enfriar los alimentos. Si los tenemos que extender en recipientes más pequeños y planos, lo hacemos porque antes de las dos horas los tenemos que tener guardados en la nevera. Y si los vamos a congelar, también debemos envasarlos antes de las dos horas. ¿Qué hacemos después? Refrigerar y congelar; ¡son las mejores opciones! Vamos a refrigerar todo aquello que sean capaces de consumir antes de su tiempo máximo de conservación, de manera segura, y vamos a congelar todo aquello que podamos congelar para alargar el tiempo de duración de la comida. Por ejemplo, si preparamos arroz, que normalmente nos va a durar un máximo de seis días, lo ideal serían tres o cuatro días, siempre conservándolo en un recipiente hermético y sin mezclar con otros ingredientes. Esto es así porque si lo mezclamos con verduras, estas sólo tienen un tiempo de conservación de tres o cuatro días, lo que acortaría la duración de la comida. Por tanto, vamos a tener en cuenta el ingrediente con menor tiempo de conservación para que no nos estropee el resto de las recetas.

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Conservación de las verduras

Las verduras asadas tienen un tiempo de conservación máximo de tres o cuatro días. Muchas personas asan verdura como si no hubiera mañana y la mantienen en el refrigerador. Esta verdura asada también se puede congelar: calculamos la cantidad que seamos capaces de comer en tres días y el resto lo congelamos, si hace falta, en recipientes o en raciones individuales. ¿Qué podemos hacer con esas verduras? Muchísimas recetas diferentes: cremas de verduras, arroz mezclado con verduras, una tortilla o como guarnición para una carne.

Esas otras recetas que os he dicho que nos viene muy bien preparar como parte de un batch cooking, una carne asada, por ejemplo un lomo asado o un pollo asado, que lo podamos utilizar de diferentes maneras. También deberíamos hacer lo mismo: calcular aquello que podemos consumir en tres, máximo cuatro días, y el resto congelarlo. Las carnes se congelan mejor cuando llevan salsa, porque en ese caso después las vamos a poder recalentar después de descongeladas mucho más fácilmente y nos van a dar mejor resultado. Otro de los alimentos de los que os he hablado que suelen formar parte de un batch cooking, porque es un buen complemento para muchas recetas, son los huevos. Los huevos cocidos duran seis o siete días si los guardamos con cáscara. Sin embargo, si los guardamos pelados, no nos van a durar más de dos o tres días, y eso también es algo que nos puede limitar la vida útil de esos huevos que hemos preparado cocidos para mezclar con otras recetas.

Conservación de las legumbres

¿Y qué ocurre con las legumbres? Porque os recomiendo siempre congelar aquellas que no vayáis a consumir. Si pensamos en un guiso, en un estofado de legumbres, unas lentejas con verduras, por ejemplo, no debemos conservarlas en refrigeración más de 48, máximo tres días, porque se van a estropear. ¿Os acordáis que os he dicho que si mezclamos el arroz con las verduras, se estropea antes que si las conservamos por separado? Pues en este caso, en los guisos de legumbres, ocurre lo mismo. Sin embargo, si preparamos guisantes hervidos para preparar hummus, para mezclarlos con el arroz, para hacer otro tipo de preparaciones, en ese caso nos van a durar más de tres días, aproximadamente unos cuatro o cinco.

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Como habéis visto por las fechas o por los tiempos que os he dado, ninguno de los alimentos, excepto los huevos cocidos, nos van a llegar a durar siete días. Por eso es importante que combinemos la refrigeración y la congelación, para tener una mayor variedad de comidas a lo largo de la semana. Y siempre podemos preparar el pescado en el momento, porque la durabilidad o la duración del pescado cocinado es de 24, máximo 48 horas, y nunca va a estar exactamente igual como recién hecho. Así que de vez en cuando, algo sería conveniente cocinar, por lo menos en el momento de la cena, que igual estamos un poquito más libres, o calcular esas recetas de pescado, incluyendo también alguna conserva que podamos mezclar, por ejemplo, con el arroz y unas verduras y el atún en lata. De esa manera, vamos a completar mucha más variedad de comidas a lo largo de la semana.

Y ya sabéis que uno de los riesgos del batch cooking es aburrirse de lo que se come, porque se preparan comidas bastante monótonas. Así que utilizad todos estos recursos para darle más variedad. Así que espero que este vídeo os haya ayudado a tener un poco más claras las cosas. Que yo no os digo que no hagáis batch cooking, sino que utilicéis buenas prácticas en la cocina. Si es dos veces a la semana, mejor, más variedad. Si os veis obligados a hacer siete días a la semana, refrigeración y congelación. ¡Importantísimo para alargar la vida útil de todas las recetas que preparéis!

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